martes, 16 de agosto de 2011

Había una vez un candidato…

…preocupado por la imagen, sin idea de la estrategia


En cierta ocasión llegó un candidato a mi oficina. Apresurado, con la urgencia reflejada en el rostro, me abordó: “¿Me podría usted ayudar con mi campaña?” Inmediatamente buscó entre sus pertenencias el material para la elaboración de un cartel que quería colocar en postes y muros como parte de su estrategia. Obviamente aproveché para preguntarle: “Perdone, pero… ¿sabe usted como se hace una campaña política? Y añadí: “¿Me permite unos minutos? Le explico”.

Obviamente aproveché el momento para preguntarle si sabía por qué quería ser candidato y por qué los electores habrían de votar por él. Si distinguía la diferencia entre una campaña competitiva y una tradicional, caracterizada esta última por sumar los problemas de organización a la ausencia de un método para construir la estrategia y los elementos necesarios para elaborar mensajes adecuados.

Le expliqué que era necesario construir, desde la óptica del elector, la jerarquía de necesidades no satisfechas y el orden de expectativas que posee acerca del desempeño gubernamental, los grados de atribución positiva y negativa tanto del partido que lo postula como de su potencial candidatura; la estructura del mercado electoral y los alcances de los temas coyunturales.

Y agregué que el reto más importante de toda campaña electoral consiste en construir una razón de voto que logre diferenciar la propuesta de su partido, a través de modelos de comunicación tangibles y creíbles. En ello radica el diseño de una estrategia rentable que permita conquistar al voto switcher y desactivar el voto en contra.

El candidato, de quien no recuerdo el nombre, el cargo al que aspiraba, ni mucho menos su rostro, se movió en su silla y alcanzó a decirme su principal preocupación: “Pero, ¿y mi imagen? Me interesa que me conozcan”. Y le referí que ese era apenas uno de los pasos a dar porque las estrategias electorales en México se apoyan en tres lógicas predominantes de voto: la imagen del candidato, las coyunturas y las necesidades del elector.

Las razones de voto

Sobre el candidato, la experiencia de los últimos procesos electorales en México ha llevado a los equipos de campaña a asumir que los electores se fijan más en la persona que en los partidos. Por ello, los consultores de imagen buscan desarrollar lógicas de voto a partir de las aptitudes psicológicas, cualidades y fortalezas del candidato. El modelo de marketing político al estilo norteamericano privilegia esta orientación.

La segunda posibilidad para construir temas se encuentra en los asuntos de la agenda local. Cada elección se presenta en momentos únicos que constituyen temas potenciales de diferenciación. El problema es que la campaña está sujeta a la circunstancia, a los impredecible y a los temas que no fueron instalados por el candidato y su equipo.

Una lógica predominante de voto con mayor posibilidad de éxito es la que se apoya en las necesidades del elector. Sin negar la importancia de la imagen del candidato –en especial en mensajes televisivos–, parece ser una tendencia que los electores se pregunten cada vez más acerca de su propia situación y sobre qué partido o candidato puede atender sus necesidades más urgentes.

La fuerza de esta afirmación se sustenta en la gran desigualdad y las condiciones de extrema pobreza que sufre la mayoría de los electores en México y, en general, en América Latina. En las campañas modernas, una clave para construir una lógica predominante de voto se encuentra definitivamente en comprender y apelar a las necesidades y aspiraciones del elector.

Todavía no terminaba de explicar, cuando el candidato visitante se levantó de su asiento y me reclamó, tal vez por hacerle perder su tiempo: “¡¿Entonces, qué?!, ¿me va ayudar o no con mi campaña? Inmediatamente sacó la cartera del bolsillo de su pantalón y una fotografía suya. “Mire, aquí salgo bien, ¿no?.... a mi esposa le gusta esta foto”. Suspiré con resignación y saqué de mi escritorio la tarjeta de un impresor: “Mire, vaya con esta persona que le va imprimir sus carteles, como usted quiere”.

Ya no lo volví a ver. Recuerdo claramente que salió de mi oficina contento, pero no por el interés con que le di la explicación sobre la importancia de hacer una campaña profesional, sino porque le gustaron los colores de la tarjetita que resolvía su mayor preocupación. Sé que lo puso más feliz el impresor que le recomendé: a los candidatos les hace muy buenos des

lunes, 8 de agosto de 2011

Un híbrido para hacer campañas en AL; los Consultores Políticos (III)



Aunque hemos analizado la expansión de las técnicas americanas para hacer campañas en los países en vías de desarrollo, lo cierto es que los consultores norteamericanos no poseen el monopolio del mercado político global. Consultores de Europa Occidental y empresas internacionales de consultoría política ubicadas en Londres, París y Estocolmo ya han comenzado a ofrecer sus servicios en todo el mundo.

En particular en las democracias poscomunistas de Europa Central Oriental, pero también en Rusia, Bielorrusia, Ucrania y Sudáfrica, el know-how europeo generó un considerable interés. De acuerdo con el estudio de Plasser y Senft (1999), el 40 por ciento de los encuestados de Europa Central y Oriental indicó haber solicitado los servicios de un consultor americano, en tanto que el 52 por ciento señaló haber hecho lo propio con consultores de Europa Occidental.

En Rusia, Bielorrusia y Ucrania, la cooperación con consultores de Europa Occidental es también, por obvias razones, más estrecha que la que puede haber con consultores americanos. No hace mucho, el mercado político ruso fue descubierto por consultores políticos de América Latina que vieron ahí un mercado atractivo para vender una suerte de estilo de campaña propio  de países en desarrollo. Esto tiene que ver también con una cierta resistencia a aceptar un estilo de campaña duro y centrado en los medios, como el norteamericano. En Rusia, por ejemplo, en 1995 se utilizaron formas publicitarias y estrategias de movilización tradicionales y fueron sumamente exitosas. Oates (1997), lo refiere de la siguiente manera:

Quizás el aspecto más interesante de las elecciones rusas de 1995 fue el desempeño del Partido Comunista. Su lista obtuvo un contundente triunfo virtualmente sin recurrir a ningún tipo de publicidad pagada.

En América Latina, en cambio, se trabaja sólo minoritariamente con consultores europeos.  América Latina sigue siendo un mercado dominado por los consultores americanos.  El régimen presidencialista y un estilo de campaña muy costoso y centrado en los medios, así como la cultura del consumo, se ajusta más al estilo y las estrategias publicitarias norteamericanas que con el estilo de campaña prevaleciente en Europa, que privilegia más al partido y a la organización.

Sin embargo, en la última década la situación vigente en América Latina también ha experimentado ciertos cambios. Luego del fracaso que sufrieron varias costosas campañas políticas, inspiradas en el modelo americano, se  buscaron nuevas formas de campaña que se adaptaran mejor a la idiosincrasia latinoamericana. Como consecuencia de tal situación, surgió una nueva generación de especialistas locales que comenzaron a competir con los consultores americanos. Wolfenson (1997), explica la forma en que los consultores se fueron adecuando a esta nueva realidad:

A su vez, las consultoras internacionales fueron incorporando 'socios' locales para trabajar en el continente y se dieron cuenta de que ese candidato de América Latina necesitaba no sólo hablar español, sino también quechua, aimará o guaraní”.

Comprendieron que en lugar de imitar simplemente el estilo americano, sus esfuerzos debían estar dirigidos a desarrollar una mayor creatividad en los nuevos campos de acción con consideración de la realidad latinoamericana. Otros organismos se fueron creando, como el Centro Interamericano de Gerencia Política, que empezó a divulgar las técnicas utilizadas en campañas electorales latinoamericanas. También se organizaron cursos y seminarios para formar nuevos cuadros y se hicieron convenios de colaboración con universidades locales.

Nuevos estilos de campaña

Los  datos obtenidos a través del Informe Global sobre Consultoría Política muestran la existencia de complejos patrones de interacción y conexión dentro del actual proceso de proliferación de prácticas y técnicas de campañas americanas en todo el mundo. Existe claramente una influencia americana impulsada por la demanda del mercado, pero también por la asistencia que ofrecen entidades sin fines de lucro, que divulgan la experiencia americana en todo el mundo. A todo esto se suma una estrecha red de cooperación entre consultores estadounidenses, dirigentes políticos y consultores extranjeros.

El análisis de la proliferación mundial de las técnicas de campañas americanas, desarrollado por Plasser (1999), lleva a modificar el cuadro de un supuesto proceso universal de estandarización y homogeneización generado e impulsado exclusivamente por el modelo americano.  Más que una transferencia unidireccional dominada desde los Estados Unidos, cabe diferenciar entre al menos tres vías de difusión del know-how en materia de campaña:

o  La primera y hasta ahora más influyente es la proliferación de técnicas y prácticas propagadas desde América y que originalmente se desarrollaron dentro del contexto específico que constituye la experiencia estadounidense.
o      La segunda vía es el presente proceso de adecuación de las campañas, en particular en Europa Central Oriental, al estilo más europeo.
o     La tercera vía es el desarrollo de un estilo de campaña característico para países en desarrollo. Como punto de partida en América Latina, este estilo combina elementos específicos de la campaña estadounidense con un estilo más tradicional, centrado en el partido de movilización masiva.

Por último, aunque no por ello menos importante, cabe mencionar la existencia de algunas formas híbridas de campaña. Por ejemplo, combinaciones de campañas de TV al estilo americano, campañas de distrito al estilo británico con trabajo a nivel de las bases y formas más propias de países en desarrollo con eventos tales como rallies, desfiles y muestras de folklore, que buscan obtener la adhesión masiva del público.

Sin embargo, el modelo estadounidense que reivindica una campaña gobernada por los medios, el dinero y la consultoría, aparece como el de mayor influencia. Este estilo de campaña encierra un importante potencial de éxito electoral, pero también lleva inherente el riesgo de una proliferación descontrolada de técnicas sumamente riesgosas.

Observadores que han seguido de cerca el desarrollo de las campañas electorales en América Latina, por ejemplo, reportan cierta tendencia a construir sistemas híbridos de campañas modernas, esto es una combinación entre algunos aspectos propios de la experiencia americana y estilos tradicionales más específicos de los diferentes países y sistemas, en lugar de una “americanización” directa y determinista.

Referencias

Negrine, Ralph Papathanasopoulos, Sylanos (1996) : La Americanización de la Comunicación Política, Una Crítica. (trad) en: The Harvard International Journal of Pressá Polítics, vol 1.

Oates, Sarah. Televisión e Imagen en el Parlamento Ruso de  1995. (trad) Trabajo presentado en la Conferencia Internacional “Imágenes y Políticos”, Ámsterdam, en octubre de 1997.

Ottaway, Marina Chung, Theresa: (1999) Debatiendo la Democracia; un nuevo Paradigma, en: Journal of Democracy, Vol. 10 No 4.

Plasser, Fritz Scheucher, Cristian Senft: (1999) “¿ Éste es el estilo Europeo del Marketing Político? (trad), en  Consultores y Gerentes de Campañas Políticas, en Bruce I. Newman : The Handbook of Political Marketing, Thousand Oaks.

Priess, Frank Soldevilla, Fernando. (1999): Campañas Electorales y Medios de Comunicación en América Latina, CIEDLA, Fundación Konrad Adenauer. Tomo I.

lunes, 1 de agosto de 2011

Consultores políticos y el mercado de la asesoría (II)



En una primera entrega explicaba que recientemente se ha comenzado a estudiar las normas y los estándares profesionales de una nueva élite del poder, los consultores políticos, y que actualmente funciona en el mundo un grupo de actores e instituciones que contribuyen a la proliferación mundial de las técnicas norteamericanas en las campañas electorales. Partidos políticos y candidatos recurren a la asesoría que procede de Estados Unidos.

En principio se distinguen cinco principales canales de difusión de este estilo particular de desarrollar campañas. Expongo aquí sus rutas y oportunidades.

1. Los consultores políticos americanos. La saturación del mercado doméstico, la creciente competencia por ganar lucrativos contratos de consultoría en los Estados Unidos, así como un incremento en los cuadros ejecutivos de las empresas que ofrecen servicios integrales son elementos que han contribuido a impulsar a los consultores profesionales a ofrecer sus servicios en mercados externos.

Así, las elecciones presidenciales en América Latina, las parlamentarias en Israel, Sudáfrica y las contiendas en las democracias poscomunistas de Europa Central Oriental, o también Rusia, se han convertido en mercados atractivos para los consultores americanos que buscan nuevos negocios en otros continentes.

2. Seminarios y entrenamiento para campañas. También han contribuido a abrir nuevos mercados en consultoría los seminarios sobre campañas electorales y la publicación de revistas especializadas como Campaigns & Elections. En 1986, este informativo especializado organizó en América Latina el primer seminario de capacitación en campañas electorales. El éxito obtenido fue tan rotundo que el evento de tres días de duración debió ser repetido al año siguiente y así hasta la fecha. Hoy se organiza, en promedio, uno cada mes.

Estos seminarios no sólo contribuyen a la transferencia del know-how, también ofrecen a los expositores americanos una excelente oportunidad para establecer contactos comerciales con candidatos y dirigentes de partidos políticos. West (1997), señala al respecto:

“Los contactos personales son esenciales para asegurarse clientes extranjeros, según afirman los que han sido exitosos en esta materia. Esto es particularmente cierto cuando el candidato o el partido nunca antes ha contratado a un consultor estadounidense y carece de un conocimiento sofisticado de la industria consultora”.

3. Asistencia a la democracia impulsada por donantes. Estos programas son difundidos por organizaciones tales como el National Endowment for Democracy, la Fundación Soros o el Internacional Republican Institute. Según Scott (1999), estos organismos contribuyen instrumentalmente a la proliferación de técnicas proselitistas americanas.

En el marco de estos programas, consultores políticos de primera línea son enviados a Europa del Este, América Latina, Asia y África para familiarizar a los candidatos y dirigentes partidarios con los principios básicos de la gerencia política. En algunos casos  se invierten enormes sumas de dinero en acciones de este tipo.  “Una cultura del elevado gasto de campaña está llegando a países que difícilmente pueden solventar tales gastos”, opinan Ottaway y Chung (1999). Por ejemplo, las elecciones de 1996 en Nicaragua costaron 73 por ciento de lo que el gobierno destinó ese mismo año a educación pública, a lo que Lasota (1999), agrega:

“Otras concepciones equivocadas incluyeron la creación de centros dedicados a investigación que realizaron una serie de encuestas inútiles y metodológicamente incorrectas o el envío de expertos en comunicación que se dedicaron a ataviar a los candidatos con corbatas de alegres colores y a imponerles slogans elaborados en Norteamérica”.

Además de las campañas solventadas en el marco de los programas de asistencia a la democracia, los programas de visitantes extranjeros a los Estados Unido contribuyen a la proliferación de campañas costosas y mediáticas en sus lugares de origen. Todos los años, varios cientos de dirigentes de partidos  y candidatos políticos de las democracias emergentes en Europa del Este, Asia y África peregrinan en el marco de este programa a los Estados Unidos para observar allí el desarrollo de las campañas electorales.

4.- Redes y Asociaciones. Principalmente la American Association of Political Consultants (AAPC), la Asociación Internacional de Consultores Políticos (IAPC) y plataformas regionales como la Asociación Latinoamericana de Consultores Políticos (ALACOP) la Associasao Brasileira dos Consultores Políticos (ABCOP), la  AECOP Asociación Europea de Consultores Políticos, cumplen una función clave en la difusión del know-how en materia de campañas electorales.

Estas redes brindan una plataforma para el intercambio de experiencias y el debate de las tendencias y novedades más recientes en las campañas electorales internacionales. En América Latina, al igual que en los Estados Unidos, se libra una verdadera “guerra de asesores” por el mercado de la consultoría. En América Latina se plantea además, y con creciente frecuencia, la paradójica situación de que dos equipos de consultores estadounidenses asesoran  en una misma contienda a fuerzas políticas antagónicas.

5.- Programas académicos. Uno de los más importantes es el que ofrece la Graduate School of Political Management (GSPM) de la Universidad George Washington, de reconocida calidad académica, que atrae un creciente número de estudiantes internacionales. La Escuela de Graduados en Políticas Públicas del Tecnológico de Monterrey, en México, por ejemplo, incluye en su maestría una estancia en Washington para conocer las técnicas de cómo organizar campañas electorales.

En España, universidades de reconocido prestigio ofrecen un master  en Comuniciación Política, Marketing Político y Asesoría de Imagen, entre otras especialidades. El Instituto Ortega y Gasset, la Universidad Complutense, la Universidad de Navarra, la Universidad Pontificia de Salamanca y la Universidad Pontificia de Comillas, entre las más importantes, son formadoras de cuadros que asesoran campañas y gobiernos. Algunas con acuerdos académicos con The Graduate School of Political Management, a la que han asistido importantes consultores europeos y latinoamericanos que actualmente están asesorando campañas presidenciales y en otros niveles en sus continentes.

Sin embargo, los consultores de los Estados Unidos no poseen el monopolio del mercado político global. Consultores de Europa Occidental y empresas internacionales de consultoría política ubicadas en Londres, París y Estocolmo ya han comenzado a ofrecer sus servicios en todo el mundo. De ello les platicaré en una tercera y última entrega.

Referencias

Campaings & Elections. (April 1998) The Magazine for People in Politics.

Johnson, Dennis W. (2001) No Hay Lugar para Principiantes. La Profesionalización de las Campañas Modernas.  (trad) London.

Lasota, Irena. (1999) Debatiendo la Democracia; Algunas veces, menos es más, (trad) en: Journal of Democracy, Vol 10. No 4.

Ottaway, Marina Chung, Theresa: (1999) “Debatiendo la Democracia; un nuevo Paradigma”, en: Journal of Democracy, Vol. 10 No 4.

Plasser, Fritz Scheucher, Cristian Senft: (1999) “¿Este es el estilo Europeo del Marketing Político? (trad), en  Consultores y Gerentes de Campañas Políticas, en Bruce I. Newman: The Handbook of Political Marketing, Thousand Oaks.  

Scott, James W. (1999) El Papel de las Fundaciones Políticas, (trad) en: Democratización, Vol. 6 No 3.

West, Paul. (1997) Exportando Consultores Políticos de América, en: Campaigns & Elections, Vol.10.